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Mitos y Realidades sobre la Resonancia Magnética

Lo que nadie se atreve a decirte (pero deberías saber)

Si cada vez que un paciente llega a la consulta para una resonancia magnética recibiéramos una moneda por cada mito que escuchamos, créanme: el resonador se pagaría solo.

Las historias van desde “eso me va a dejar radioactivo”, hasta “¿y si se me borra la memoria?”… Así que, como profesional de la salud que ya ha escuchado todas las teorías, permítanme aclarar (con cariño, ciencia y un poco de ironía) los principales mitos sobre la resonancia magnética.

Mito 1: “La resonancia magnética emite radiación y es peligrosa”

Realidad:
La resonancia magnética NO utiliza radiación ionizante. Sí, leíste bien. Si quieres quedar “radioactivo”, te equivocaste de examen. Aquí todo es campo magnético y ondas de radio, nada que ver con rayos X o tomografías. Así que no, no vas a brillar en la oscuridad ni a convertirte en Hulk después del estudio.

Mito 2: “Si tengo un tatuaje, el resonador lo va a derretir”

Realidad:
Si el paciente tiene tatuajes, se agendan con un mínimo de 2 o 3 meses de antiguedad del tatuaje (esto depende del tamaño). En casos muy, muy raros (generalmente con tintas antiguas que contienen metales) podrías sentir una pequeña sensación de calor. Pero si tu tatuaje sobrevivió a la playa o a la ducha de agua fría, la resonancia no será el fin del arte en tu piel. Tranquilo/a.

Mito 3: “Me voy a quedar atrapado(a) en el resonador”

Realidad:
Todos los días pacientes salen vivos y, sorprendentemente, por el mismo lugar por donde entraron. El resonador es un tubo, sí, pero no es la Estrella de la Muerte. Si tienes claustrofobia, contamos con un resonador mas amplio (un 20% mas amplio que el común) existen soluciones (anestesia, o simplemente te ponemos música relajante). El equipo está preparado para tranquilizarte, pero si tu mayor miedo es quedar “atrapado para siempre”… créeme, tenemos un protocolo para eso (todo estará bien)

Mito 4: “La resonancia es igual a una tomografía”

Realidad:
No, no y no.
La tomografía utiliza rayos X y es rapidísima. La resonancia, en cambio, puede tomar más tiempo, pero nos permite ver tejidos blandos con un nivel de detalle que haría llorar de felicidad a cualquier radiólogo. Si tu médico quiere saber si tienes una hernia discal, problemas en el cerebro, lesiones deportivas o tumores, la resonancia es su “superpoder”. (no se pueden hacer resonancias del cuello para arriba si se tiene brackets por que genera una distorsión en la toma, es una mancha negra que abarca la mitad de la cabeza).

Mito 5: “Si me muevo, la máquina me da un corrientazo”

Realidad:
La máquina no da toques ni castigos eléctricos (¡aunque a veces dan ganas!). Si te mueves, lo único que sucede es que la imagen se “borra” o sale movida. Es como cuando intentas sacarte una selfie en el metro: si te mueves, la foto sale borrosa. Simple. Por eso, la paciencia y la calma son tus mejores amigas en el resonador.

Mito 7: “No puedo comer antes de la resonancia”

Realidad:
¡Correcto! En Anestimagen exigimos ir en ayunas siempre que tu resonancia sea para zonas de tórax, abdomen, pelvis, cardiaca, colangio; Y para resonancias con anestesia siempre, SI O SI se exige el ayuno para evitar no solo mareos o vómitos (o pregúntale a tu abuelita, seguro también tiene una teoría).

Mito 8: “Es un estudio caro e innecesario”

Realidad:
En Anestimagen trabajamos con precios de arancel FONASA y brindamos la mejor calidad de detalle de todo el país; Y si es ”económico o caro” dependerá del nivel de importancia que le des a tu salud, Las resonancias son una herramienta de diagnóstico fundamental, no solo para saber si tienes un problema, sino para definir un mejor tratamiento. Y, si tu salud no tiene precio, la información precisa sí que vale oro.

Mito 9: “Es peligroso para los niños”

Realidad:
Las resonancias son seguras para todas las edades, incluidos los niños y hasta bebés. En Anestimagen, contamos con protocolos especiales para niños, con acompañamiento de anestesiólogo pediátrico. Nuestro objetivo es que la experiencia sea tranquila, segura y cero traumática.

Mito 10: “No me puedo hacer una resonancia si estoy embarazada”

Realidad:
En la mayoría de los casos, la resonancia magnética es segura durante el embarazo, especialmente después del primer trimestre y siempre bajo indicación médica. No usamos contrastes con gadolinio a menos que sea estrictamente necesario. La prioridad es siempre tu salud y la de tu bebé.

¿Qué deberías recordar?

La resonancia magnética es uno de los estudios más seguros y avanzados para diagnóstico médico.

No utiliza radiación.

Es indolora (aunque un poco ruidosa, ¡pero con el aislamiento de ruido necesario!.

Si tienes dudas, pregúntale a tu equipo médico (créeme, no hay pregunta tonta… ya lo hemos escuchado todo).

En Anestimagen entendemos tus dudas, tus mitos y tus miedos. Nos los tomamos en serio, pero también con una sonrisa. La próxima vez que escuches un rumor sobre la resonancia magnética, recuerda: nada como la información confiable para calmar el alma…

¿Tienes más dudas o quieres agendar tu estudio?
Nuestro equipo está listo para atenderte (y, si hace falta, para desmentir el próximo mito viral).

Centro Médico Anestimagen – Donde la ciencia, la tecnología y la empatía van de la mano. Y sí, también tenemos WiFi gratis en la sala de espera.

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